¿POR QUÉ APOSTARLE A LA CALIDAD?

Por MI. Joceline J. Franco Hernández

Docente UO Global University Online

Erróneamente a través de los años el concepto de calidad se ha centrado en una sola actividad: detener los errores después de haberlos cometido.

Es por ello, que muchas empresas invierten millones en departamentos completos, dónde se contratan gerentes, supervisores e inspectores con la finalidad de revisar productos y encontrar los defectos después de haberlos fabricado.

Sin embargo, ese no debe ser el objetivo.

Históricamente, la calidad ayudó a levantar un país gracias a que se fabricaban productos verdaderamente competitivos, en el sentido, que desde la planeación todo se hacía con calidad. Todo se enfocaba en el cliente, en dar productos que valieran más por lo que generaban, que por su propia naturaleza.

Y al igual que se ponía énfasis en los productos, en los servicios sucedía lo mismo. Se preocupaba por tener contento al cliente.

¿Pero qué pasó? ¿En qué momento la calidad se convirtió en un gasto innecesario? ¿Por qué a las empresas les ha costado tanto generar servicios y productos de calidad? La respuesta puede ser fácil, se han olvidado de lo esencial satisfacer al cliente.

Por lo tanto, y cómo ahora los clientes somos más exigentes, las empresas están replanteando sus estrategias. Están reconsiderando invertir en la prevención de errores, en no dejar pasar cosas incorrectas, en ser conscientes de las fallas y evitarlas desde el inicio.

Hoy en día las grandes empresas han entendido que es mejor invertir en prevenir las fallas mediante la capacitación del personal; herramientas como QFD, Benchmarking, Core Tools y Six Sigma están teniendo un gran empuje.

Pero lo más interesante, es que no sólo las grandes empresas deben hacerlo, sino que las PyMes deben incluirse porque ellas también quieren ser exitosas.

¿Por qué todos deben apostarle a la calidad? Simple, porque al crear productos y servicios que satisfacen al cliente, las empresas se vuelven más competitivas, generan más ingresos, se vuelven rentables.

El camino no es fácil, ya que se debe involucrar a toda la organización, se deben mover estructuras, se debe trabajar duro, se debe crear una disciplina de dar lo mejor, de ofrecer lo mejor, de fabricar lo mejor.

Pero los resultados lo valen. Los profesionistas con una visión de esta tipo de calidad, tienen un espacio en las empresas, ¿estás preparado para el reto?