La Reforma Educativa, lo que un día fue no será...

Todos los que nos dedicamos a la educación estamos a la expectativa de que pasará en materia educativa a partir del 1 de diciembre del 2018 y por supuesto en el transcurso de los siguientes 5 años con 10 meses que finaliza la administración del nuevo gobierno ya que las declaraciones del Coordinador Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados y líder de la Junta de Coordinación Política, Mario Delgado Carrillo fueron muy claras:
Se va a cumplir el compromiso y se va abrogar, no va a quedar ni una sola coma de la Reforma Educativa
Y como debe esperarse cada sexenio cambios drásticos en la política educativa como en muchos otros ámbitos de nuestro país. La Reforma Educativa generó acciones que han impactado mayormente el aspecto administrativo y marco legal pero no en la calidad de la enseñanza en las aulas. Existen avances, pero los retos de la educación son mayores, jamás será suficiente para trabajar a favor de una sociedad ávida de educación y mejores oportunidades. Una prueba de ello es que a 7 semanas del cambio de gobierno se aprobó el exhorto que se le realizó a la Secretaría de Educación Pública, al Instituto Nacional de Evaluación Educativa y a los Estados de la república de suspender de forma inmediata e indefinida las evaluaciones. Aquí las primeras medidas.
La Reforma Educativa fue presentada en un paquete de reformas impulsadas por el Pacto por México el 10 de diciembre de 2012 cabe destacar la creación del Sistema Nacional de Evaluación Educativa, coordinado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, responsable de evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del Sistema Educativo Nacional para la educación básica y media superior. Por otro lado en la Ley General del Servicio Profesional Docente se modificaron las reglas de ingreso y la promoción a funciones directivas o de supervisión en los niveles educativos citados con anterioridad, estableciendo que estas sean mediante concursos de oposición.
Debo ser sincero en aquel entonces cuando leí sobre la reforma me emocioné e inclusive entre colegas la defendía y aplaudía, sin embargo debo reconocer que a la distancia pude notar dos graves errores sobre ella: 1) El diagnóstico y 2) La implementación. En el diagnóstico se erró ya que no era solo la necesidad de crear instituciones o instrumentos que evaluaran a los maestros y el nivel de calidad de la enseñanza en las aulas, sino en reconocer las necesidades que hay en las escuelas y la priorización de ellas, por ejemplo, si en el centro del Modelo Educativo por Competencias se encuentra el alumno ¿por qué no empezar con él?, garantizando sus necesidades básicas como son la alimentación, salud, seguridad y condiciones socioemocionales, por otro lado la infraestructura y herramientas educativas, aulas ergonómicas, tecnología, internet, instalaciones servibles y dignas, material didáctico y finalmente no menos importante, los docentes capacitados, empoderados, actualizados, motivados, incentivados, monitoreados y partícipes de las mejoras en el Modelo Educativo vigente. ¿Quiénes mejor que ellos?
Es por ello que creí importante ilustrar estas líneas con un cartón de Patricio Monero (@patriciomonero) que les recomiendo ampliamente ya que tiene gustos versátiles. Con el que quiero explicar el segundo desacierto, la implementación.
Dicen que el “hubiera” no existe, de lo que es la Reforma Educativa es muy probable que solo el recuerdo de muchas buenas intenciones pero de pocas acciones quede. Esteban Moctezuma próximo Secretario de Educación Pública Federal comentó estar de acuerdo con una reforma distinta a la actual y que se iniciarán foros de participación de todos los sectores de la sociedad. Por lo tanto no se sabe lo que se viene, lo que si debemos aceptar es que habrá un cambio de timón y de capitán pero es muy prematuro vaticinar si será positivo o negativo. Preparémonos.
Finalmente es importante mencionar que los que nos dedicamos al ámbito educativo tendremos que aplicar una de las máximas de la educación del siglo XXI, “aprender a desaprender” en modalidad intensiva si o si, ya que en los siguientes casi 6 años o por lo menos hasta el 30 de octubre de 2024 se vienen intenciones y acciones de cambio profundos que supongo ni el mismo nuevo gobierno sabe. Habrá que esperar. Es por ello que como decía el grande de la canción José José “Lo que un día fue, no será” (1978) de nuestra querida Reforma Educativa que hace años se presumió como un hit, hoy se encuentra en terapia intensiva. ¿Por qué la importancia de estas líneas? Afirmo que el mayor tesoro o patrimonio que puede tener un país es una sociedad educada.
Compartido por: Dr. Harol Ferro Serapio | @harolferro | harol.ferro@soyuo.mx










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