LA CÁMARA NO HACE AL FOTÓGRÁFO
Por: Karka Joselyn Suárez Hernández
Ejecutivo de Seguimiento a estudiantes UO Global University Online
"Es curioso que a un escritor nadie le pregunta:
¿Con qué pluma escribiste ese libro? ...
Pero a un fotógrafo todos le preguntan qué cámara usa.
-Jesh de Rox"
La fotografía está tan ligada a la tecnología y sus avances, que muchas veces nos confundimos buscando el mejor equipo para tener las mejores fotos y ciertamente ese es un camino peligroso porque no tiene fin y se desvía mucho del verdadero avance que se requiere para llegar a ser el mejor.
El trabajo de un fotógrafo se centra en capturar emociones con la fotografía. Crear, con tu foto, una conexión emocional es un camino que vale la pena, dándole un poder a tus imágenes que ni el equipo más caro te puede dar.
Esto no quiere decir que una buena adquisición de equipo no sea de ayuda. Sí lo es, pero ten claro que tu calidad como fotógrafa no tiene nada que ver con el equipo que tienes.
El ser fotógrafo de verdad es la mezcla de mucha práctica y habilidosa construcción de la imagen tomando en cuenta los siguientes puntos:
- Punto de vista
El fotógrafo no se conforma con un punto de vista cotidiano, hace lo que sea necesario para crear imágenes con impacto. Si eso significa acostarse sobre nieve o lodo, lo hace, comprometiéndose de verdad con su fotografía buscando el punto de vista que hace toda la diferencia.
- Composición
El fotógrafo sabe que hay que esperar el momento adecuado y buscar el lugar idóneo donde todo se alinee. Una vez que la escena está ahí, hay que saber cuáles elementos incluir en la foto y cuáles descartar, eso es lo que llamamos “composición”, algo muchas veces olvidamos porque nos distrae con el contenido de la foto y olvidamos encuadrar ese contenido de manera intencional y poderosa.
- Atrevimiento
La fotografía, como todo arte, es un acto de valentía. La adversidad siempre está ahí al igual que el miedo y, muchas veces, la falta de cooperación de elementos externos, clima o un modelo. Pero es justo cuando todo está en su contra cuando el fotógrafo de verdad destaca entre el montón.
Hay fotografías épicas que están hechas a base de valentía y atrevimiento. Esa valentía (o su ausencia) se vuelve evidente en la imagen final. Se nota cuando el fotógrafo tuvo miedo de acercarse a ese extraño en la calle y prefirió usar un telefono. Es evidente cuando una fotógrafa no se atrevió a conocer realmente a su modelo en el estudio. Se palpa la indiferencia ante el animal, paisaje o hasta el objeto que se fotografió. Por otro lado, la valentía se refleja, y no nos queda más que admirarla.
- Modelo
Dicen que no hay malos modelos, solo malos fotógrafos. Habrá modelos que encajan en un ideal de belleza, semblante y que saben estar frente a una cámara. Pero, a fin de cuentas, es la labor de un gran fotógrafo la que hace grandes retratos, incluso de los sujetos y en los lugares más inesperados. Como fotógrafo hay que saber dirigir, y como modelo hay que saber posar, cuando una o las dos cosas no suceden, el resultado es más un carácter falso del momento.
Hay que ser visionarios y ver oportunidad en lugares que otros desprecian. Sin pose y sin trucos, un fotógrafo de verdad, logra hacer de una persona normal la estrella del encuadre.
- Imaginación
Es fácil caer en la ilusión de que una gran fotografía se hace con grandes sujetos: paisajes majestuosos, modelos hermosas, locaciones de ensueño, etc… ¡No! El artista es un visionario, está aquí para mostrarnos lo que otros no ven. En lo simple, en lo ordinario, el fotógrafo de verdad ve mucho más. Ese es el poder de la imaginación, y esta no necesita de exuberancia ni de grandes presupuestos para asombrarnos, un fotógrafo de verdad no tiene por qué ser serio. Con su destreza y técnica para ejecutar una idea ingeniosa, nos permite a todos disfrutar de una buena ilusión.
- Iluminación
La iluminación es el verdugo del inexperto. Frases como "Soy fotógrafo de luz natural" lo delatan. Nada malo en preferir luz natural, pero el fotógrafo de verdad sabe manejar la luz, y punto. Todo tipo de luz. Porque a fin de cuentas, luz es luz, ya sea del sol o de un flash. Más aún, si la palabra fotografía significa literalmente "escribir con luz" pues queda claro qué es lo que hay que dominar en este medio.
No estamos hablando de poner el exposímetro siempre en cero o adecuar tu fotografía a un estándar de qué es iluminación correcta. Tampoco estamos hablando de adquirir el equipo más costoso del mercado para obtener luz de calidad. Nos referimos a ser fotógrafo de oficio. A entender, manejar y dominar la iluminación, para que también puedas hacer con ella lo que quieras.
Manejar un par de fuentes de luz es mejor indicador de una verdadera fotógrafa que la cantidad de dinero que gastó en su equipo o qué tan ingeniosa pueda ser en sus esquemas de iluminación.
- Narrativa
El verdadero fotógrafo logra contar historias con sus imágenes: a veces le basta una sola, a veces lo hace con toda una serie o incluso con un proyecto extendido.
Este es un punto importante a resaltar porque es de los más invisibles. Detrás de una sola foto puede haber meses o hasta años de investigación y entrega al sujeto que apasiona al fotógrafo. Esa pasión se nota.
- Dedicación
"Tus primeras 10,000 fotos serán las peores".
Así que si tu fotografía no es lo que quisieras que fuera, no te confundas. No es un misterio. Hay solo una solución: aprende de los mejores y practica sin cesar. Estas imágenes te dejarán clarísimo que nadie nace siendo experto y que, para ser fotógrafo de verdad, es indispensable dedicarle horas de verdad a tu fotografía.
- Dedicación
El fotógrafo de verdad tiene voz propia. Este punto es quizá el más complicado de lograr y, en nuestro mundo digital de seguidores y tutoriales, uno que no podemos olvidar. Más allá de la técnica, la imaginación e incluso la dedicación, simplemente pregúntate qué quieres decir con tu fotografía. Responder esta pregunta, foto por foto –y sustentarla con experiencia, fracasos y resurgimientos–, es lo que te dará el poder que todo artista busca: el de mover a los demás con sus creaciones.
¿Qué define al fotógrafo de verdad?
Un fotógrafo de verdad es un malabarista: tiene que dominar al mismo tiempo el aspecto mecánico, técnico y creativo que implica hacer una buena imagen. Encima de eso tiene que tener habilidades sociales, contar con tremenda paciencia y perseverancia, es de verdad un artista multifacético.
Es en este acto de malabarismo donde se nota el calibre de un fotógrafo. Si logra una armonía entre todos los elementos, su fotografía nos impacta.









