DE PRINCESAS INDEFENSAS A HEROÍNAS FEMENINAS: EL CAMBIO DE ARQUETIPOS EN EL CINE CONTEMPORÁNEO
Por: Maryli Palmeros Acuña
Ejecutivo de producción multimedia CEO
El cine, desde sus inicios, ha estado sometido a un cambio constante en su forma de producir contenidos. Al comienzo siendo puramente documental con la intención de grabar la realidad, pero hoy en día se ha vuelto común ver filmes con un vasto contenido en CGI (imagen generada a computadora), e incluso se ha presentado un cambio en la forma de ver las películas como el ya formalizado 4DX. Lo que es innegable es su papel para contar historias y con ello, la de inventar, crear y formalizar un discurso que con el paso de los años ha ido cambiando y adecuándose al contexto.
Es por ello que en el siguiente ensayo se abordará un análisis del discurso, basado principalmente en el cambio producido en la construcción de los personajes donde no sólo ha cambiado la forma de constituir al “héroe”, sino también a otros personajes característicos del género: el villano y la princesa. Esto a través de arquetipos y estereotipos que se han normalizado e interiorizado de forma inconsciente por cada individuo. Para efectos de este ensayo únicamente me basaré en la figura femenina y el cambio presentado en el cine contemporáneo.
Es bien sabido que los cuentos clásicos relatan la historia del héroe, quien para adjudicarse el título debe enfrentarse al villano y salir victorioso. En la eterna dualidad del bien y el mal, no puede existir el uno sin el otro y desde luego, tampoco puede sobresalir alguno sin “destruir” al otro. Entonces, tras conseguir la victoria, el héroe no sólo regresa con aquel título, sino que también se queda con la princesa como si fuera un trofeo por su hazaña.
A esta historia se le conoce como relato, la fórmula infalible para este tipo de historias que se ha normalizado a tal grado de que el más simple cambio resulta confuso o contradictorio para el espectador acostumbrado a que el desarrollo de la historia suceda bajo ciertos estándares. Indudablemente hay cintas que se han arriesgado al cambio y han apostado por dar mayor protagonismo a quien antes sólo fungía como damisela en apuros, pero los casos eran contados y quizá no con la misma relevancia a la que hoy en día se les da.
Para entender el porqué de este cambio y la relevancia que tiene en el discurso fílmico, primero se debe definir lo que es un arquetipo y por qué juega un papel fundamental en la construcción de los personajes. Según Ivonin, Chang, Diaz, Catala, Chen y Rauterberg (2015), se entiende como arquetipo a las categorías prototípicas de objetos, personas y situaciones cuya existencia se encuentra permeada bajo la mirada de una cultura, es decir, se crean dentro de ella y con el paso del tiempo.
De esta forma, el arquetipo comienza a adquirir mayor relevancia porque el individuo, al ser parte de la cultura y siendo influenciado por ella, lo normaliza y lo vuelve parte de su cotidianidad sin ser consciente de este proceso. Las películas no son vistas por un par de personas, la mayoría están elaboradas con el único fin de llegar a la audiencia y conseguir la mayor cifra en taquilla, referente a la cantidad de personas que acuden al cine para consumirlas y es la audiencia lo que vuelve al discurso colectivo.
Basado en lo anterior, los arquetipos se transmiten a la audiencia que si bien no tiene una existencia desde una forma individual porque la persona no lo crea por si sola, sí lo asimila desde lo particular. A esta creación colectiva se le conoce como “inconsciente colectivo”, mismo que Ivonin, Chang, Diaz, Catala, Chen y Rauterberg definen como “contenidos y modos de conducta que son idénticos en todos los seres humanos y, por lo tanto, constituye un sustrato psíquico común de carácter universal que está presente en cada individuo” (Ivonin, Chang, Diaz, Catala, Chen y Rauterberg, 2014, p. 4).
Al estar expuestos al discurso que manejan los filmes, también se está expuesto a los arquetipos que plantean bajo un concepto adaptable y que se acepta sin cuestionar. Entonces, como resultado, tenemos a la figura de la mujer vista como débil, siendo defendida por el hombre. Los casos incuestionables y más conocidos son las princesas Disney. El caso de Blanca Nieves de la película Blanca Nieves y los siete enanos (1937), es uno de los más tradicionales al ser la primera película animada de la casa productora.
En el largometraje podemos encontrar a la figura de la princesa como la protagonista, siendo perseguida por su madrastra quien cumple el papel de antagonista y de quien no tiene otra opción más que huir cuando la segunda busca asesinarla. Encuentra refugio con los siete enanos quienes le ofrecen un hogar temporal, siendo ella quien se encarga de los quehaceres del hogar mientras ellos salen a trabajar. El problema surge cuando la princesa es perseguida nuevamente por la Reina Malvada, cayendo en un sueño eterno que sólo puede terminarse con la llegada de su amor verdadero: el príncipe, el héroe de la historia cuya acción, a pesar de su simpleza, termina siendo tan significativa porque sin él Blanca Nieves jamás podría librarse del hechizo.
Por supuesto, estamos hablando de una película que este año cumple 82 años y si bien después surgieron historias un carácter similar (Cenicienta, La Sirenita, La Bella Durmiente, etc), en películas con actores reales el discurso no se encuentra ajeno a la misma temática. Es ahora cuando se muestra un tipo de empoderamiento por parte del género femenino. Ya no es la típica damisela en apuros en espera de ser rescatada.
El cambio notorio en el discurso de las películas animadas fue presentado en la película Mulán (1998), donde la protagonista rompe por completo con los estándares de la sociedad china conservadora que se plantea en esta película. Incluso las misma canciones que interpretan en la secuencia inicial lo dicen “con armas el varón, con hijos la mujer”, viéndose obligada a vestirse y cambiar su comportamiento por el de la figura masculina para poder tomar el lugar de su padre durante la guerra. Al final es reconocida y se presenta como heroína de China.
Hoy en día Disney ha apostado por romper con los cuentos tradicionales y los arquetipos que manejaban. Ejemplos que van desde Frozen (2012), cuya protagonista ya no es rescatada por la figura masculina, sino que al contrario, ella misma busca su liberación, hasta películas como Zootopia (2016), donde el tema de género y los roles que se plantean dentro de la sociedad, se ve modificado en el largometraje donde se promueve la inclusión y aceptación social.
Es curioso que el discurso, en años recientes, se maneje hacia un público “young adult” y se vea reflejado en personajes cuyo fin no es convertirse en heroínas, sino que la misma sociedad les atribuye el título con base a las acciones que realizan. Un ejemplo de ello es la protagonista de dos películas recientes, Los Juegos del Hambre (2012) y Divergente (2014), basadas en dos novelas con temática similar: sociedades distópicas, controladas y a quienes ellas, aun sin ser conscientes del papel que tienen, se ven reflejadas en la idea de que tienen que acabar con ese modelo y lograr un cambio.
En conclusión, este cambio no es ajeno a cualquier género y a películas con temática diversa. En el género de terror, por ejemplo, también se ha cambiado el discurso y rol de los personajes. Pues si bien se ven obligados a enfrentarse a lo desconocido, a ser los héroes bajo un caso extremo (de vida o muerte, en la mayoría de los casos), se han presentados filmes que abordan el género slasher con características basadas en estereotipos muy marcados (adolescentes, un grupo que cumple ciertos roles, y que culmina cuando la protagonista, la chica pura y virginal, asesina al villano.
Sin duda el cambio se va presentar en la mayoría de películas recientes y quizá con mayor impacto al tratarse de películas comerciales, donde ahora no sólo se presenta un cambio en el rol de la mujer, sino también rompiendo con estereotipos basados en concepciones generalizadas y aceptadas por la sociedad, tabúes que siguen presentes y que, tal vez por su carácter colectivo, la películas tengan función de eliminarlos poco a poco.
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Ivonin, L. Chang, H. Diaz, M. Catala, A. Chen, W. y Rauterberg, M. (2015). “Traces of Unconscious Mental Processes in Introspective Reports and Physiological Responses”. Recuperado de http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0124519...
Ivonin, L. Chang, H. Diaz, M. Catala, A. Chen, W. y Rauterberg, M. (2014). “Enacting archetypes in movies: grounding the unconscious mind in emotion-driven media”. Recuperado de http://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2117/24170/enacting_archetypes.pdf;jsessionid=C36593F190B16897B0C71B9C8DF6E936?sequence=1.
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